TORNILLOS PARA MADERA

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Tornillos para madera

Los tornillos para madera también reciben habitualmente el nombre de tirafondos. Son los más comunes y más utilizados y se emplean para unir piezas de madera entre sí u otros materiales como: metal, plástico, etc.

También para sujetar otros elementos a la madera. Son tornillos autorroscantes con cabezas de distintos tipos y con una punta afilada. A medida que se aprieta el tornillo, este penetra en la madera, que se va rompiendo con la punta del tornillo, creando al mismo tiempo en su interior un rosca propia, con lo que la fijación o unión de las piezas es muy buena.

Las partes de los tornillos para madera

El tornillo se divide en tres partes bien diferenciadas: la cabeza, de distintas formas; la rosca, la parte esencial del tornillo, con diferente rosca que permite el autoroscado al mismo tiempo que se introduce en la madera; y la caña o vástago correspondería a toda la parte del tornillo, excluyendo la cabeza.

El cuello es la parte no roscada del tornillo, entre la cabeza y la rosca, aunque según los fabricantes a veces los términos se utilizan de manera indistinta y al cuello se lo llama también caña o vástago, diferenciándolo siempre de la rosca. El cuello es de diferente longitud, según los tornillos. Cuanto menor sea menos posibilidades de astillamiento en la madera. Hay tornillos que no tienen cuello.

Materiales de los tornillos para madera

La mayoría de los tornillos están fabricados en acero, en diferentes aleaciones, pero también se encuentran tornillos en acero inoxidable, latón, bronce y aluminio.

Sus acabados también son variados por lo que se encuentran generalmente galvanizados (recubierto de zinc y resistente a la humedad), cromados (color dorado), niquelados (acabado brillante) o cromados (grisáceo).

Tipos de cabeza de los tornillos para madera

  • Redonda: Cabeza que forma una figura de arco; por la parte inferior la cabeza es completamente plana. Muy habitual también en tornillería para madera.

  • Alomada: similar a la redonda, con una cabeza en forma de arco pero menos pronunciado que la redonda; forma un lomo de diferente grosor que sobresale del diámetro del tornillo, agrandando la cabeza. De esta manera el cabezal quedará siempre sobrepuesto sobre la superficie, nunca embutido. El interior de la cabeza es plano. Es ideal para sujetar piezas que se atornillan a la madera y dejar la cabeza del tornillo totalmente a la vista. Se complementa muy bien cuando hay que utilizar arandelas.

  • De gota de sebo: la cabeza en su parte exterior es ligeramente abovedada y por la parte interior tiene un rebaje cónico, similar a la avellanada pero menos pronunciado. Queda embebido en parte en la madera, pero parte de la cabeza queda a la vista.

  • Avellanada: tiene una forma completamente plana en el exterior pero con un acabado cónico de la cabeza que permite que se introduzca fácilmente el tornillo en la madera, quedando enrasado en la superficie. El avellanado es de distintos grados, según las necesidades y el tipo de tornillo. Es uno de los tipos más comunes en tornillería para madera.

  • Hexagonal: su cabeza hexagonal permite un apriete muy eficiente al poderse apretar con llave inglesa o fija. Puede o no tener también ranura en la cabeza para poder meter el tornillo con atornillador.

Ranuras de los tornillos para la madera

Las ranuras de la cabeza de los tornillos son imprescindibles para poder atornillarlos y desatornillarlos. En ellas entran las correspondientes puntas del destornillador y facilitan el apriete y el desenroscado.

Hay varios tipos de ranura. Estas son las más comunes. Es importante utilizar siempre la punta adecuada para no estropear la cabeza.

  • Ranura plana: era la cabeza más habitual y extendida, la más sencilla, permite un apriete correcto, pero está en desventaja con el resto de aprietes, ya que sufre mayor desgaste y el apriete es más costoso. El ancho de la ranura está en relación con el tamaño del tornillo.

  • Ranura Phillips (Ph): es la punta más común, en forma de estrella sencilla, que permite un apriete idóneo de manera. Tiene diferentes medidas, según sea el diámetro de la rosca.

  • Pozidriv (PZ): similar a la cabeza de estrella pero con una doble estrella, una más pronunciada que la otra, que evita que resbale la punta del destornillador. Es muy utilizado también en los tornillos para madera.

  • Hexalobular Torx (Tx): cabeza de tornillo en forma estrellada de 6 puntas. Menos habitual en madera, pero utilizado en trabajos más técnicos.

  • Cabeza hexagonal: cabeza con seis lados para poder apretar con llave inglesa o fija. Generalmente es en tornillería de mayor tamaño y para sujetar grandes pesos. Aunque se emplea mucho en tornillería métrica también lo hay en tornillos autoroscantes para madera. Hay versiones de cabeza hexagonal que incorporan una ranura plana.

  • Cabeza Allen: tiene una profunda hendidura hexagonal en la cabeza del tornillo, con lo que permite aprietes muy intensos con su correspondiente llave. Son cabeza típica de los tornillos para madera de ensamblar.

Otros tipos de tornillo

Tornillos broca para madera

Son tornillos especiales autotaladrantes que tienen un acabado en la punta en forma de broca, con dos alas que sirven para perforar en las maderas y van haciendo una especie de pretaladro para que la rosca entre con mayor facilidad.

Tornillos clavo para madera

Son una mezcla de tornillo y de clavo. Acaba en forma de clavo y la rosca se funde con la cabeza.

Este tipo de tornillos se utilizan por ejemplo en la colocación de planchas bituminosas sobre rastreles o vigas de madera. Se clavan con facilidad golpeando con un martillo y se puede rematar atornillando a mano o con atornilladora eléctrica.

Diámetro y longitud

El diámetro se mide en milímetros, para distinguirlos los unos de los otros. Está relacionado generalmente también con su longitud; a mayor diámetro, una longitud proporcionada.

La longitud también es muy variada. Se encuentran pequeños tornillos para madera de 10 mm y hasta de 150 mm o más. Los tornillos muy largos necesitan normalmente un pretalado previo con una broca ligeramente más estrecha que la del ancho del tornillo para que se puede atornillar con facilidad.

Los tornillos, por lo tanto, tienen dos medidas: si se encuentra por ejemplo una referencia de 3 x 35 mm quiere decir que es de 3 mm de diámetro de rosca y tiene 35 mm de largo.